La depresión Infantil
Es normal que los niños se sientan deprimidos, de mal humor o piensen negativamente en algunos momentos; esto es solo una parte del crecimiento. Los niños tienen que pasar por una variedad de sentimientos para aprender a lidiar con ellos.
Pero la depresión infantil es más que sentirse triste, desanimado o deprimido. La depresión en los niños es una enfermedad grave que puede afectar su salud física y mental.
Si nota alguno de los siguientes signos en su hijo, y estos signos duran más de aproximadamente tres a cinco semanas , su hijo podría tener depresión.
Os presentamos algunos síntomas que pueden indicar que un niño está deprimido:
Cambios en las emociones o el comportamiento:
- parece triste o infeliz la mayor parte del tiempo
- es agresivo, no hace lo que le pide la mayor parte del tiempo o tiene muchas rabietas
- dice cosas negativas sobre sí mismo, por ejemplo, “Soy muy malo en todo” o “No le caigo bien a nadie de la escuela”
- se siente culpable, por ejemplo, podría decir cosas como “el culpable de todo siempre soy yo” “todo lo que ha pasado es por mi culpa”
- tiene miedo o se preocupa mucho
- sigue diciendo que le duele la barriga o la cabeza, y estos problemas no parecen tener una causa física o médica.
Cambios en el interés por las actividades diarias
- no tiene tanta energía como suele tener
- no quiere estar con amigos y familiares
- no está interesado en jugar o hacer otras cosas que solía disfrutar
- tiene problemas para dormir, incluidas pesadillas
- tiene problemas para concentrarse o recordar cosas.
Cambios en el comportamiento o el rendimiento académico en la escuela
- no va tan bien académicamente
- no participa en actividades escolares
- Tiene problemas para adaptarse a la escuela o llevarse bien con otros niños.
Es posible que algunos niños no hablen de sus pensamientos, que se sientan desamparados o desesperados, y es posible que no parezcan tristes.
La depresión puede llevar al niño o adolescente a actuar de forma agresiva y desmotivada. Este comportamiento en muchos casos no lo entienden los tutores de escuelas, compañeros de clase y los padres, lo que hace que les pongan etiquetas de niño perezoso o agresivo.
¿Qué puede causar la depresión en los niños y adolescentes?
La depresión infanto -juvenil puede tener una combinación de factores relacionados con la salud física (una enfermedad o discapacidad sobrevenida), eventos de la vida como por ejemplo un trauma, antecedentes familiares, medio ambiente, vulnerabilidad genética y alteraciones bioquímicas.
Importancia de un diagnóstico acertado y precoz
Si su hijo está deprimido, puede ser difícil para él aprender, hacer amigos y aprovechar al máximo la vida diaria. Si la depresión continúa durante mucho tiempo sin tratamiento, la forma en que su hijo aprende y crece también puede verse afectada. Pero los niños que reciben la atención adecuada pueden recuperarse de la depresión.
Es importante obtener una evaluación cuidadosa para obtener el mejor diagnóstico y tratamiento.
Un diagnóstico acertado y precoz puede ayudar a su hijo a mejorar más rápido, reducir el riesgo de que su hijo tenga depresión más adelante en la vida y ayude a su hijo a crecer sano y bien.
¿Cuál es el abordaje desde el área de psicología en la depresión infanto-juvenil?
Una vez diagnosticado el niño o adolescentes se pueden establecer objetivos de trabajo a través de terapia cognitivo conductual, técnicas de relajación; mindfullnes y terapia de juego a través de grupos de habilidades sociales.
Es importante incorporar a los padres en el tratamiento del niño y hacer un acompañamiento pedagógico y terapéutico en el entorno familiar. “Proyecto Acompa”.
Estas terapias pueden ayudar a su hijo a aprender a pensar de manera más positiva y a mejorar su capacidad para enfrentar los desafíos. Esto significa que es menos probable que vuelva a tener depresión.
Sin embargo, el diagnóstico de la depresión es grave y severa, el médico psiquiatra puede recomendar tratamiento farmacológico que ayuden aliviar los síntomas, combinada con terapia psicológica.
Algunos consejos para los padres que deberían trabajar desde casa y complementar la terapia psicológica
Si el niño tiene pensamientos negativos, enséñale a cambiar o reconducir esas frases negativas por positivas como por ejemplo “que divertido es hacer esto”… “Sabia que podía hacerlo”, “disfruto realmente haciendo esto”.
Intente manejar el estrés y la tensión de su hijo haciendo tiempo para actividades relajantes que le guste, como por ejemplo dar un paseo. Las rutinas familiares regulares como cocinar juntos también pueden ayudar a reducir el estrés.
Tómese un tiempo para hablar y escuchar cómo se siente su hijo. Podrían hacer esto cuando preparen la cena juntos, lean un libro juntos, vayan a caminar, conduzcan a algún lugar o jueguen juntos en casa. Es más importante la calidad del tiempo que esta con su hijo que la cantidad.
El profesional que trate a su hijo debe ser su aliado. Es importante preguntar cómo puede participar los padres y los hermanos en la terapia.
Hable con el tutor de clase en la escuela para buscar formas de apoyar de forma positiva los progresos de su hijo, en los contenidos, en el comportamiento, en las pequeñas acciones.
Y nuestro consejo para los padres:
Cuídense cuando vuestro hijo tiene depresión, no es culpa vuestra si la desarrolla.
Es importante entender cómo cambia el comportamiento en la depresión y saber que este comportamiento puede afectar a los hermanos.
No dejen de cuidar su propia salud y bienestar, porque si estáis bien física y mentalmente podéis ayudar de forma positiva a vuestro hijo
Si quieres hacer alguna pregunta relacionada con la depresión infantil a nuestras profesionales no dudes en escribirnos.
Rebeca Linares Castellanos
Socióloga
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