¡Hola papis y mamis! Hoy hablaremos sobre el neurodesarrollo del bebé prematuro y sobre el papel fundamental que tiene la familia.
Ante la llegada de un nuevo miembro a la familia, se crean unas ilusiones y unas expectativas sobre como será nuestro hijo o hija y sobre todo lo que podremos hacer con él en un futuro. Pues, convertirse en padres puede resultar una de las experiencias vitales más importantes. Pero, ¿qué sucede cuando la llegada del niño se adelanta más de lo previsto? ¿Qué efectos tiene la llegada de un niño prematuro al mundo? ¿Cómo se vive el abandonar la seguridad del Hospital para traer, por primera vez, a nuestro hijo a casa?
Delante de esta situación muchos padres llegan a experimentar miedo, angustia, ansiedad, estrés,… Se tratan de reacciones completamente normales y esperables, pues, por primera vez desde que nació nuestro hijo, estamos solos con él o ella. Lo más probable es que, como padres, habréis investigado y leído todo sobre niños prematuros y sobre sus cuidados. Hasta en el Hospital os habrán dado pautas e informes para logar que esta transición sea más agradable y ligera. Pero, a pesar de toda esa teoría con la que contáis, la parte práctica os asusta. Tranquilos, ES NORMAL. Lo primero que debéis hacer es confiar en vosotros. Sí, lo sé, decirlo parece muy fácil. Pero sois sus padres y no hay nadie mejor que vosotros para cuidar y querer a vuestro hijo. Tenéis que daros tiempo para adaptaros a la nueva situación y a vuestros nuevos roles y responsabilidades. A medida que vayan pasando los días, semanas, meses y años, os será más sencillo identificar las necesidades de vuestro pequeño. Por ahora, en un primer momento, dedicaros a observarlo y a comprenderlo. A identificar aquellas señales que él os da para indicar aquello que necesita. No tengáis miedo a equivocaros, durante los primeros días vuestras respuestas irán por ensayo y error, serán intuitivas hasta que logréis dar con lo que os está pidiendo.
Llega el momento de conocer a vuestro bebé y de que él o ella os conozca a vosotros. El vínculo entre vosotros empezó durante el proceso de gestación, pero ahora lo tenéis aquí. Él os tiene aquí. Podéis sentiros. Podéis interactuar y compartir momentos juntos. Sin miedo. Tal vez os pueda preocupar si el vínculo se ha visto alterado a causa de la incubadora o por estar separados a causa de alguna patología que vuestro niño pueda presentar. La respuesta es NO. Lo más importante de la elaboración del vínculo no recae en el “cuándo empieza”, sino en el “cómo se construye”. El lazo entre vosotros no se construye en un solo día, sino día a día, pasito a pasito para que dure toda una vida. Vosotros como padres, vais a ser la primera figura de socialización que conozca vuestro hijo. De vosotros aprenderá a relacionarse con el mundo y, también, a relacionarse con él mismo. Pues poseer un apego seguro contribuirá en su felicidad y equilibrio emocional. Es importante que, gracias al vínculo creado con sus padres, el niño, a medida que vaya creciendo, sienta que está en un entorno de confianza y que se sienta seguro en él. Esto es lo más importante, papis.
El bebé prematuro desarrolla sus sentidos de una forma más lenta, aun así, la interacción con el mundo no se verá afectada, pues todos (de una forma u otra) nos comunicamos. Tendréis que adaptaros a sus necesidades, interpretando y guiando sus conductas y fomentando los momentos de atención, receptividad y contacto visual. Aprenderéis a interpretar sus comportamientos y a comprender sus miradas, sus llantos y sus gestos. En definitiva, os comunicaréis con él y él con vosotros.
Recordad que la mejor manera para favorecer el vínculo entre vosotros es compartir un tiempo de calidad juntos (¡ojo con la estimulación y sobreestimulación! A continuación hablaremos sobre ello).
Aquí os dejo algunas estrategias para favorecer el vínculo:
- A través del contacto piel con piel. El que el bebé prematuro pueda notar la presencia del padre o de la madre es beneficioso para él y su desarrollo Lo mejor del contacto piel con piel es que no tiene un límite horario, a mayor contacto, más elaboración del vínculo.
- A través de las interacciones. Transmitidle todo el amor que sentís por él o ella. Que sepa que estáis ahí, que le queréis. Podéis cantarle y hablarle, así irá reconociendo vuestras voces y os identificará.
- A través de favorecer su descanso y respetar sus horarios de vigilia y sueño. El que el bebé pueda descansar en un lugar tranquilo ayuda a mejorar su desarrollo emocional y neurológico. En sus horarios de sueño y de vigilia podéis potenciar el método canguro (piel con piel), eso le ayudará a tranquilizarse.
- Estar disponibles para él o ella. Cuando sea y dónde sea, os
Recordad incluir a los hermanitos del peque en el vínculo. No queremos que se sientan desplazado por el nuevo miembro y que se despierten los celos y rivalidades. Que nuestro hijo no crea que ha sido remplazado por otro. Él también tiene sus miedos y necesidades.
Anna Teixidó i Vazquez
Psicóloga clínica
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