¿Qué relación tienen los trastornos del neurodesarrollo  como el TEA y el TDAT con la alimentación? Y ¿Cómo es la relación Intestino – cerebro?

¿Qué relación tienen los trastornos del neurodesarrollo  como el TEA y el TDAT con la alimentación? Y ¿Cómo es la relación Intestino – cerebro? I PARTE

El sistema digestivo tiene una estrecha relación e interacción con el #cerebro y sus funciones.

El eje intestino cerebro mantienen una comunicación bidireccional y la ruptura de esta comunicación, puede estar implicada en el desarrollo de trastornos neuropsiquiatricos (influence of gut microbiota on neuropsychiatric disorders.), en los que encontramos el TEA o el TDAH.

La comunicación de este eje se realiza a través de tres rutas:

Ruta física: Neuronas y los nervios. El sistema digestivo tiene una red de neuronas que van desde el esófago hasta el ano y conocido como el sistema nervioso entérico o intestinal. La estructura de las neuronas del sistema entérico, son idénticas a las neuronas del cerebro, tienen la misma función y secretan las mismas sustancias.

La influencia sensorial que tiene el sistema digestivo en el cerebro es cuatro veces mayor que la influencia motora.  Numerosas investigaciones han demostrado que enfermedades neurodegenerativas pueden tener su origen en el intestino o sistema nervioso entérico. Los psiconeurotrasmisores viajan por varias vías a través del intestino delgado y pueden afectar la función del cerebro y pueden generar varios trastornos.

Ruta química: Las citoquinas, #hormonas y neurotransmisores.  Los neurotransmisores intervienen en la transmisión de información responsable de diferentes funciones como lo son la #memoria , la #atención , el estado de ánimo y muchos de estos neurotrasmisores provienen de los alimentos que consumimos.

Los alimentos que consumimos pasan por diferentes vías y se convierten en neurometabolitos.

Cuando hay una alteración de la flora intestinal los neurometabolitos no pueden convertirse y pasar al torrente sanguíneo y no pueden generar neurotransmisores, por lo tanto, esto repercute en una afección en la función mental.

Ruta a través de la microflora y microbiota intestinal. La microbiota intestinal tiene como funciones la producción de vitaminas, anticuerpos, inhibe el crecimiento de bacterias que generan daño al intestino, básicamente se encarga de mediar la inmunidad, la digestión, el metabolismo, la inflamación y es capaz de comunicarse con otros órganos y sistemas como lo son el cerebro.

Cuando se rompe la comunicación entre estos órganos, se produce el riesgo de desarrollar enfermedades.

La comunicación de estos dos órganos se realiza a través del nervio vago, que viaja desde el cerebro hasta el abdomen.

La alimentación, el estrés, medicamentos, afecta la flora intestinal ocasionando que haya mayor permeabilidad y esta condición hace que pasen patógenos, toxinas, partículas de comida sin digerir, que afectan al sistema nervioso central.

La microbiota intestinal deficiente, está relacionada con múltiples enfermedades; y esta regula de forma ascendente las inflamaciones.  Los agentes patógenos cuando atraviesan la barrera de la microbiota producen sustancia inflamatorias e infamación del sistema nervioso central que contribuye a la generación de trastornos neuropsiquiátricos.

Hay una fuerte evidencia de que estas interacciones influyen en el origen de una serie de trastornos en los que encontramos trastornos del neurodesarrollo, como los trastornos del espectro autista (TEA), trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), trastorno bipolar, esquizofrenia, entre otros y que actualmente están estrechamente relacionadas con procesos inflamatorios producidos por bacterias, virus, cambios en la microbiota intestinal, por inflamación del intestino.

Las alteraciones de la microbiota en edades tempranas puede modificar las estructuras y funciones cerebrales y favorecer la aparición de trastornos del neurodesarrollo.

Estudios frecuentes han encontrado cierta prevalencia de trastornos gastrointestinales en niños diagnosticados con trastornos del neurodesarrollo. Entre este tipo de manifestaciones encontramos las flatulencias, la distención y el dolor abdominal.

En la segunda parte del articulo la nutricionista Sindia Linares nos explicará como una dieta adecuada y oportuna, mejora frecuentemente a intensidad de los trastornos conductuales de estos pacientes.

 

Nutricionista Clínica

Sindia Linares

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