Algunas pautas para manejar la adolescencia de un niño con TDAH.
La adolescencia; es una etapa vital difícil no solamente para los padres, sino también para los mismos adolescentes. Durante esta etapa de la adolescencia de un niño con TDHA y en general, se producen muchos cambios hormonales, físicos y psicológicos. Además; empieza la búsqueda de la identidad, disminuye el control, pero aumenta la exigencia tanto en el ámbito escolar como familiar. La adolescencia de un niño con TDAH, es una etapa de transición, que puede ser aún más complicada e incluso pueden incrementar los síntomas de inatención, impulsividad y/o hiperactividad. Pero, ¿qué podemos hacer para manejar estos cambios de la mejor manera posible?
1. Dedicar tiempo a escuchar.
Es fundamental que el adolescente; perciba un clima positivo y de diálogo en casa. Los padres deben aprender a escuchar activamente las preocupaciones de su hijo; y para ello, hay que evitar ridiculizar o quitarle importancia a lo que quieran compartir con nosotros. Recordad que a su edad, todos teníamos esas preocupaciones. Si se consigue este clima, el adolescente se sentirá seguro y apoyado y expresará abiertamente sus emociones.
2. Respetar la intimidad.
A algunos padres les preocupa mucho lo que hacen sus hijos en la intimidad; pero es importante dejar a sus hijos ese espacio. Por ello, su habitación, sus mensajes, sus redes sociales no deberían de ser invadidos. Tampoco esperen que comparta todos sus planes ni les pida que le acompañen. Por supuesto, deberá saber dónde está y con quién por motivos de seguridad, pero no necesita saber todos los detalles.
No obstante, si se detectan señales de alarma como; por ejemplo, faltas a clase, indicios de consumo de drogas, cambios importantes en el peso o rutina de sueño, se tendrá que hablar sobre ello y en ese caso, sí se tendrá que irrumpir en la intimidad del joven hasta llegar a la raíz del problema.
3. Elaborar un horario semanal.
Dado que las exigencias a nivel escolar aumentan considerablemente con el paso a la secundaria: será necesario ayudar a los niños a organizarse para evitar acumulación de tareas, sentimientos de frustración y, en definitiva, el fracaso escolar. El horario debe ser claro y revisado semanalmente, para adaptarlo a las necesidades actuales (exámenes, entregas, eventos…). Siempre hay que empezar por la actividad o asignatura que más le cueste, y poner un objetivo que sea fácil de alcanzar. Es importante incorporar pequeños descansos cada 45-60 min (según la edad); por la dificultad de concentración de los adolescentes con TDAH. Finalizar el día con la recompensa pactada; es decir, con la actividad que haya elegido el adolescente.
4. Disminuir progresivamente el tiempo invertido en Internet, consolas, móvil aumentando actividades sociales y al aire libre.
La mayoría de padres se encuentran con que sus hijos pasan demasiado tiempo con las nuevas tecnologías. Para evitar que un adolescente se pase horas y horas delante de una pantalla; se puede pactar con él en su horario, el tiempo que tendrá para estas actividades. Por otro lado; también es importante incluir en su rutina actividades con amigos, con la familia, extraescolares y/o deporte. Los fines de semana, se pueden organizar excursiones en familia permitiendo al adolescente que invite a algún amigo.
Realizado por:
Anastasia Ivanova
Psicóloga Clinica
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